Algunas veces, nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Permitimos que nuestro ego se interponga en nuestro camino hacia el éxito. Nos aferramos a nuestras propias opiniones incluso cuando son erradas.
El día de hoy practica el dejar ir la testarudez y tu necesidad de estar en lo correcto. Incluso cuando sepas que estás en lo correcto, déjalo ir.